Opinión
Editorial
La tragedia del niño venezolano
Un niño venezolano de 8 años, enfermo de un mal catastrófico, salió a las calles con un cartel en el cual clamaba por una medicina que no había en el país debido a la enorme crisis que afronta Venezuela en los últimos tiempos. Sus familiares no pudieron conseguir el valioso remedio y el niño acaba de fallecer. Esta tragedia pone una nota muy preocupante en el drama nacional, que no se conocía antes, y demuestra que no es que la oposición quiere dar un golpe de Estado, sino que las circunstancias actuales son ya de una tragedia desconocida antes, y que cada vez se pone peor.
Quizás Nicolás Maduro, el actual presidente que suele conversar con los pájaros, acuse ahora a la oposición por la dramática muerte de un niño víctima del descalabro de los chavistas y su Revolución Bolivariana que han dilapidado la enorme riqueza de un país que exportaba 3 millones diarios de barriles de petróleo y hoy carece de los más indispensables alimentos y medicinas.
Ojalá que este deceso sirva para que los actuales gobernantes mediten sobre lo que acontece en su país y abran el camino para permitir que el pueblo exprese su opinión en un referéndum que no debe ser combatido, peor cuestionado.
Tiempo de progreso
No me referiré al cansino informe a la nación del 24 de mayo, que no fue sino un resumen de los ‘logros’ de los nueve años de revolución y de sabatinas que soportamos semana tras semana y que tienen un costo nada despreciable.
El Municipio de Santa Elena tiene proyectada la construcción de un malecón en la población de Ballenita. La obra se desarrollará donde estaba el antiguo mirador y en los terrenos aledaños que han sido expropiados para dicho fin.
Es “tiempo de progreso” indica el anuncio que publicita la turística obra.
Ya era hora de que se dé algún atractivo a la espectacular y amplia playa que tiene este balneario muy visitado por turistas y residentes. Ballenita es un poblado donde el tiempo se detuvo y el progreso no llegó. Basta observar sus calles.
El vetusto mirador se había convertido en un lugar peligroso e insalubre, con mucho riesgo para quienes lo utilizaban para bajar a la playa; se habían dado accidentes de consideración.
El costo se estima en 4’392.211,68 dólares y su terminación, en 18 meses. El contratista es el Consorcio Malecón de Ballenita IMSE-2016, por lo que suponemos que será la propia Municipalidad el constructor.
Hay interrogantes: la fecha de inicio, el área que se usará de parqueo, el tipo de locales comerciales. Actualmente hay otros de comidas típicas de propiedad del Municipio, los que, según se proyecta, podrían ser de refrescos y artesanías.
Esperemos que, efectivamente, sea tiempo de progreso.