Editorial

Indignante asalto a Solca

En la tarde  del  lunes último un grupo delictivo, violando sorpresiva  y sospechosamente las seguridades del hospital de Solca, asaltó tan importante y concurrido centro de salud robándose más de 10 mil dólares que le arrebataron a un mensajero que llevaba ese dinero en un maletín.
Incluimos el término “sospechoso” por cuanto para el ingreso al hospital se toman todas la precauciones del caso para darle mayor seguridad, y el robo se produjo en horas de la tarde, digamos “en claro y con sol”, cuando muchos pacientes, profesionales médicos y visitantes circulaban por el sector.
Es realmente indignante que a una institución que se ha distinguido desde hace tantos años por su lucha permanente contra una de las más graves y letales enfermedades, como es el cáncer, sirviendo a miles de personas, no solo de Guayaquil, sino de otros sectores del país, le suceda este percance en manos de desalmados  sujetos que, por su afán de dinero, no toman en cuenta que su acción afecta a personas que están siendo tratadas en una lucha contra la muerte. Ojalá la Policía pueda identificarlos y capturarlos;  y  que los jueces les apliquen todo el rigor que indica la ley.


Palos de ciego

Dice el viejo adagio que “la justicia comienza por casa”. Pero, al parecer, en el gobierno no se la aplica. Y ello porque el “presi” afirmó con toda la energía del caso que los que tengan cuentas o empresas offshore en los paraísos fiscales serán debidamente sancionados. Y, de ser funcionarios públicos, pues, se les dirá “que les vaya bonito”...
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Sin embargo,  entre otros casos que aún no revientan, ya hay dos personajes implicados en la culpa que molesta al mandatario: el Fiscal General y el gerente de Petroecuador. ¿Se van o se quedan?...¿ O son “caretucos”?...
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Llegamos a la mitad del año y el Ministerio de Finanzas aún no envía los fondos para pagarles a los jubilados la devolución del IVA que solían cubrir en enero o febrero y hasta en abril, con cierta demora. Se suman los “de la tercera” a la gran lista de acreedores del Estado moroso que le debe a las 11 mil vírgenes  (contratistas, proveedores, gobiernos seccionales, etc.)
La “joya de la corona” estatal de la educación superior, la Universidad Yachay, que   tanto le  cuesta al país, pierde un  nuevo rector (un gringo PhD) en pocos años de existencia. El anterior, un español, abandonó el  cargo luego  de denunciar irregularidades, pese a tantas “maravillas” que se decían sobre Yachay...
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Se anuncia un nuevo plan de pensiones en “las gloriosas”. Las relaciones de los uniformados con el gobierno, al parecer, tienden a empeorarse.