Opinión
Editorial
La gran hazaña
No pudieron creer los entendidos y los hinchas de los grandes equipos, que un modesto conjunto con presupuesto limitado, juvenil y provinciano habría podido cumplir una hazaña, derrotando a dos de los equipos de mayor tradición y calidad de la meca del fútbol sudamericano que es Argentina. Pero el hecho sorprendente es que ese modesto cuadro cumplió la proeza, pasando a la final de la Copa Libertadores, derrotando a Boca Juniors, que tiene una trayectoria enorme y en su propio bastión de La Bombonera, el mítico estadio de Boca Juniors, en Buenos Aires.
El lance por la semifinal se inició con un gol de elegante tejida cumplido por Boca Juniors. El tanto logrado en el mismo inicio del partido haría suponer a los espectadores que Boca se cobraría lo que Independiente le hizo en Quito, propinándole una goleada. Nada de eso sucedió y los chicos, sí chicos, porque la edad promedio del equipo de Sangolqui es 23 años, demostraron no solo que juegan un fútbol de primera calidad, sino que tienen una calidad anímica de primera clase.
Los goles que convirtió Independiente pasarán a la historia y este triunfo será considerado como una verdadera leyenda deportiva.