Opinión
Editorial
El “voto en casa”
El Consejo Nacional Electoral (CNE) aspira a que en las elecciones de febrero del 2017 unas mil o más personas con derecho al voto alcancen a sufragar en sus propios domicilios. Por supuesto se trata de ciudadanos que “por incapacidad física” no pueden acercarse a las mesas electorales a lo largo y ancho de la nación.
Se supone que para ello se organizarán grupos especiales de empleados del mismo CNE, quienes se trasladarán a los domicilios de esos sufragantes para que, luego de todas las normas legales del proceso, los hagan cumplir con su derecho y deber de ciudadanos.
Sería la primera vez que un procedimiento de este tipo se llevaría a cabo en nuestro país, lo que implica el deseo de que sea el CNE el que se acerque a los votantes y no a la inversa, cuando por razones de incapacidad se haga difícil y hasta imposible el traslado de un impedido a la mesa electoral que le corresponda.
Para cumplir este programa se deberá estar trabajando en la elaboración de un censo especial para determinar a los ciudadanos y sus domicilios a los que habrá que acudir para que nadie se quede sin votar.