Editorial Becarios que regresan, pero no hallan trabajo

La labor del Estado es plausible en cuanto a lo que tiene que ver con la concesión de becas de estudio para decenas de miles de bachilleres o estudiantes de educación superior, algunos ya graduados, para que viajen al extranjero a adquirir conocimientos más amplios de los que pueden lograr en su propio país y para obtener títulos de más categoría que les permitan cumplir a cabalidad con actividad de alto nivel.

Sin embargo, el mérito estatal no es completo en cuanto a las oportunidades de trabajo que les ofrezcan a los becarios que están de regreso para cumplir con las obligaciones que se establecen. Y es que de los más de 8 mil ecuatorianos que han regresado con un título o una especialización, son pocos los que consiguen una ocupación ya sea en el sector público o en el privado.

Para explicarnos la gravedad del problema cabe señalar que de los 20.824 becarios menos de la mitad ha regresado. Y ellos se encuentran frente a esta penosa realidad de la cesantía, a pesar de sus conocimientos.

Si se desea que el Ecuador eleve su nivel de modernidad y logre equipararse con otros países de mayor categoría económica, cultural o industrial, se hace necesario resolver cuanto antes el problema aludido.