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Opinión
Editorial: La colada morada
Hay en la gastronomía típica del Ecuador dos platos que degusta la mayoría de compatriotas. Y son la fanesca y la colada morada. La primera como una parte de la celebración de la Semana Santa, muy importante para los católicos. La otra es el culto a los difuntos el 2 de Noviembre, y tiene raíces que van más allá de la etapa indo-hispánica. Y es más bien uno de los alimentos de los primitivos pobladores.
Hoy, esos dos platos se sirven hasta en los principales restaurantes del país, aquellos considerados con una calificación de cinco estrellas.
Al plato primitivamente indígena le ha añadido la cultura hispánica lo que se conoce como la guagua de pan, aunque es un término prehispánico de habla aborigen, se las elabora con harina de trigo que no es un cereal de ascendencia americana y se añaden confituras que tampoco son de la cultura indígena.
Esta gastronomía nos recuerda que las naciones de nuestro continente, en su base étnica y cultural, provienen de la indudable fusión indo-hispánica, es decir del blanco europeo y del cobrizo americano.