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Opinión

Editorial: A frenar a raya la especulación

El fenómeno de El Niño todavía no pone un pie en nuestro país y de forma ‘mágica’ los precios de los alimentos básicos como el arroz ya han empezado a dispararse. Los comerciantes justifican el incremento por las continuas lluvias que todavía soportan algunas zonas del Litoral, pero siempre, al final, el más afectado es el pueblo.

Tal parece que el golpe para las familias ecuatorianas será muy duro, pero también doloroso para los bolsillos, ya que el precio de un almuerzo económico en restaurantes populares variará y la factura la asumirá el cliente, ya sea con menos porción de arroz o pagando más.

Pero las cosas pueden ser peores. Si El Niño es destructivo, la cosecha de verano se perdería, como ya lo han advertido los agricultores de la provincia del Guayas, lo que originaría escasez de arroz para los próximos meses.

Las autoridades de control de precios deben estar atentas y empezar ya con las inspecciones en piladoras y mercados para evitar la especulación, pero no solo de la gramínea, también de otros productos de primera necesidad. Hay que defender al consumidor y cuidar que en la difícil época que se avecina, ellos lleven la peor parte y que sobre sus mesas no haya ni un bocado para alimentar a la familia.