Opinión
Editorial: Guayaquil, atracción mundial
Al celebrar este julio el llamado “mes del guayaquileñismo”, festejando los más de 4 siglos de la fundación española, el puerto principal, bañado por las aguas del caudaloso Guayas y por el mar de Balboa que le llega a través del estero Salado, se destaca por su importancia dentro del concierto internacional, precisamente al iniciarse la cita mundial de los gobernadores del BID, que tiene como sede a la ciudad de Orellana.
Los porteños, que identifican a su urbe natal como la Perla del Pacífico, se sienten orgullosos por las distinciones recibidas, al haber sido galardonada recién con 3 premios por su riqueza y atracción urbanística, además de 2 que le fueron asignados a sus hoteles durante la Vigésima Sexta Gala de Premiación de los World Travel Awards, que se considera como los “Óscares del Turismo”.
El desarrollo y modernización de nuestro puerto, fluvial y marítimo, ha sido posible -y es necesario reconocerlo- no solo por los grandes proyectos de regeneración urbana llevada a cabo por la Municipalidad, sino también por el impulso de la empresa privada, contando con la colaboración de los habitantes de la ciudad que, como lo recordaba el gran poeta Olmedo, “manso lame el caudaloso Guayas”.