En la provincia Oriental de Morona Santiago se han producido graves incidentes con el saldo de un muerto y varios heridos, cuando, según la información oficial, integrantes de la comunidad shuar atacaron el campamento de una compañía china que ejecuta labores mineras. A tal extremo ha llegado la violencia, que el gobierno ha tenido que decretar el estado de excepción en ese lugar, disponer la protección de los bienes y garantizar la actividad legítima de la minera.

Según el correspondiente contrato que se halla en plena vigencia y ejecución, la empresa tiene una concesión de más de cuarenta y ocho mil hectáreas y el plazo de la concesión es de veinticinco años.

En general, los indígenas moradores de los sectores mineros se han opuesto a que se ejecuten las tareas a cielo abierto porque sostienen que causan daños irreparables a la flora y fauna de la región, pero las concesiones han sido contratadas con el cumplimiento de la ley y, según los voceros oficiales, con el pleno respeto de la naturaleza, sin que se pueda presumir que se cometan daños severos por la explotación minera, con importantes yacimientos concedidos a varias empresas extranjeras.