Exclusivo
Opinión
Editorial: Dejarlo todo para última hora
Entre los grandes defectos de los ecuatorianos hay dos destacados: la impuntualidad, y dejar todo para el último de los plazos.
Entre los grandes defectos de los ecuatorianos hay dos destacados: la impuntualidad, y dejar todo para el último de los plazos. Si se trata de matricular vehículos y su plazo expira el 30 de diciembre, miles de propietarios pretenden que se les matricule en los últimos días, causando una concentración imperdonable. Lo peor es que tuvieron días y meses para el trámite y lo dejaron para después...
Naturalmente se quedarán sin la matrícula y deberán pagar multas por su negligencia. Pero eso poco importa y el año próximo quizás volverán a hacerlo porque el defecto está en la deformación de carácter personal.
La impuntualidad es otro defecto generalizado. Si un evento está señalado para una hora determinada, los interesados creen que es de “caché” llegar atrasados. Lo mismo para pagar los impuestos y contribuciones, a pesar de los incentivos por la puntualidad. Y en las fiestas es donde hay más impuntualidad porque muchos creen que el impuntual demuestra ser “importante”; cuando lo único que se evidencia es su falta de sensatez y buen juicio, y su errada autovaloración.