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Opinión

Editorial: ¡Un sacudón a la soberbia humana!

La naturaleza es sabia, nos pone en su lugar cada vez que olvidamos que solo somos pasajeros de este mundo. Nos recuerda que no somos sus dueños, sino que compartimos la tierra, el aire, el agua, los recursos que se generan con otros seres. Que debemos respetar el entorno. Que no podemos hacer lo que se nos dé la gana.

El verde maravilloso de nuestra selva se ve constantemente amenazado por la tala de árboles y la naturaleza sufre en silencio. Los ríos se contaminan de todas formas, con basura, material de construcciones o desechos industriales, y la naturaleza sufre. El aire se contamina, las montañas y cerros se reducen cada vez más... y la naturaleza sufre y calla.

Pero llega el momento en que la propia naturaleza nos recuerda lo pequeños que somos. Las recientes lluvias que inundaron ciudades y destruyeron sembríos y carreteras dos dieron una primera lección. Y ahí nos lamentamos de nuestras acciones, rogamos a Dios que pare, pedimos clemencia... y luego volvemos a lo mismo.

El sismo de magnitud 6,5 que golpeó a buena parte del país y dejó varías víctimas mortales y casas destruidas volvió a recordárnoslo. Este mundo no es solo nuestro. Dejemos la soberbia de pensar que podemos hacer con él lo que nos dé la gana. Disfrutemos de nuestra familia, hablemos más entre nosotros y no con los teléfonos... descubrámonos como seres humanos.