SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Opinión

Editorial: ¡Ya no son muertes ‘colaterales’!

Se acabó el cuento de que niños y mujeres son víctimas colaterales de la acción delictiva en el país. La cruenta ola de violencia que azota al Ecuador entero no se anda por las ramas y ataca donde sea, a la hora que sea y a quien sea. No les importa nada, no tienen piedad de nadie.

En sus peleas por territorio y el control del microtráfico y el narcotráfico no solo se le burlan en la cara al Gobierno, a la policía y los militares en sus apuradas acciones para frenarlas, sino que además dejan al descubierto que todo es improvisado, que salen a la calle a ‘meter miedo’ pero no asustan ni a los gatos. Demuestran que la delincuencia les lleva una ventaja inalcanzable con toda su maldad: en el dominio de territorio, en armas, en recursos económicos.

El asesinato de una niña de 15 años junto con sus padres en el Suburbio de Guayaquil, el de un menor junto con otro adulto que acarreaban vacas y el juguete hula-hula cargado con explosivos dejado en media calle para que cualquier niño curioso lo pueda manipular, provocando una explosión de grandes magnitudes, son una muestra clara de que no hay nada al azar, que el objetivo de los viles delincuentes y grupos de narcotráficos somos todos, sin distinción, hombres, mujeres y niños... que no hay víctimas colaterales, sino directas.