Editorial: Atípica campaña electoral

Las campañas de los candidatos presidenciales están siendo atípicas. No se han producido las grandes concentraciones ni se pronunciaron los espesos discursos que emocionaban a sus partidarios, pues casi todo decurre en caravanas motorizadas, entrevistas en los medios de comunicación, las declaraciones y la formulación de las promesas electorales.

Ha faltado la emoción popular de los grandes mítines, que eran lo principal en elecciones pasadas. Hoy, la disputa ha sido de otro estilo, muy semejante a la forma en que se llevan las campañas electorales en Estados Unidos, es decir caminando, saludando a la gente, repartiendo hojas volantes y dialogando, cuando es posible, con los electores.

Probablemente la estrechez del tiempo, apenas dos meses para la campaña, ha obligado a los candidatos a utilizar ese estilo. Y es posible que algunos hubieran llegado con más fuerza al sentimiento de los electores y estos serían los que obtengan mayores réditos que les coloquen en situaciones de privilegio. No en vano se ha dado el alto número de indecisos, lo cual se decidirá solo en el mismo momento del sufragio.