Opinión
Editorial: Crisis futbolística
Los últimos malos resultados de la selección de fútbol y el fundado temor de que no vaya al Mundial de Rusia han provocado una crisis que cuestiona también al director técnico, y hay quienes piden su reemplazo.
Cambiar a estas alturas de las eliminatorias al entrenador es un serio riesgo porque, además, los actuales seleccionados son de lo mejor que tiene el fútbol nacional, la mayoría actúa en equipos importantes del extranjero, hasta en la “premier league” de Inglaterra, como los Valencia, y otros en la primera división del fútbol español como ‘Felipao’ y Montero; y el entrenador bien pagado mantuvo un alto prestigio en la primera fase de estas eliminatorias.
Ya no es ventaja la altura de Quito, porque la mayoría de seleccionados actúa en el llano; y ha ocurrido que frente a varios rivales, quienes sufrieron la altura fueron, más bien, nuestros jugadores.
Buscar culpables es una tarea que no lleva a soluciones. La selección, por tanto, debería continuar como se halla desde el comienzo, y esperar que tanto el cuerpo técnico como sus jugadores cumplan lo mejor que le sea posible en sus funciones.