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Opinión
Editorial: Democracia nacional está de duelo
El fallecimiento del doctor Julio César Trujillo, ocurrido el pasado domingo, enluta al país entero, habiendo concluido el eximio compatriota su tan positiva existencia.
El fallecimiento del doctor Julio César Trujillo, ocurrido el pasado domingo, enluta al país entero, habiendo concluido el eximio compatriota su tan positiva existencia en momentos en que concluía su importante labor, tan valerosamente asumida, como presidente del Consejo de Participación Ciudadana Transitorio.
Los ecuatorianos fueron testigos y beneficiarios de su intachable y severa conducta a lo largo de su vida y que lo confirmó en la difícil etapa final de su existencia en que le tocó poner en claro y señalar a quienes, aprovechando de sus funciones públicas, lucraron para beneficio personal en detrimento del Estado. Y ahora son sus enemigos políticos.
Ciudadanos de toda condición social y económica, de todas las banderas políticas, están rindiendo el homenaje que se merece el ecuatoriano que a lo largo de su existencia cumplió honrosamente su misión en favor de la comunidad, ya como destacado y emérito profesor universitario, ya como legislador, ya como participante en eventos electorales, y también como funcionario probo y dinámico.
Las más altas personalidades políticas e intelectuales le rinden, por ello, el homenaje póstumo elevando su nombre como un ejemplo para la posteridad.