Editorial: El tiempo sigue su marcha

Ha finalizado el largo feriado de fin de año, con tres días de descanso obligatorio en que los ecuatorianos festejaron o recordaron con tristeza un año que se fue dejando huellas, unas alegres y otras cargadas de desolación, como las consecuencias trágicas del terremoto; otras superables aún en una profunda circunstancia, como es el deterioro de la economía que se acentúa y se buscan soluciones que no son fáciles de encontrar, cuando las cuentas económicas se agravan.

Pero la vida sigue con el mismo ritmo, para algunos esperanzado y alegre; para otros muchos, cargado de presagios que suelen traer la pobreza y la marginalidad.

El tiempo no se detiene y avanzamos con el nuevo año llevando sobre los hombros una pesada carga que más bien aumenta, cuando no se da solución a los problemas económicos y nos endeudamos más cada día con unos créditos que estamos obligados a pagar puntualmente, obteniendo los recursos de la escuálida situación, como ya lo está haciendo el gobierno que se va; aunque lo más pesado del cumplimiento de los créditos le quedará al nuevo gobierno, cualquiera que este sea, a partir del próximo 24 de Mayo.