Editorial: Estamos a merced de la delincuencia

Es alarmante el clima de inseguridad que se vive en el país, especialmente en Guayaquil, donde ya ni en los centros comerciales estamos a salvo. Lo dijimos cuando una agencia bancaria, ubicada en un importante mall de la ciudad, fue asaltada a plena luz del día. A los pillos les bastó pocos minutos para desvalijar a los clientes y escapar del sitio en veloces motocicletas. Ahora le habría tocado el turno a un importante empresario guayaquileño quien, según las redes sociales, fue escopolaminado mientras se reunía con un amigo en una cafetería de otro centro comercial. Sobre este hecho no existe una denuncia formal ni hubo un pronunciamiento oficial de la Policía, mucho menos de la supuesta víctima, lo cual también es un desatino porque eso solo complica las investigaciones. Llama la atención que mientras Colombia acaba de sellar la paz con las FARC, en el Ecuador se multiplique la violencia a todo nivel, ya que los ciudadanos estamos expuestos a sufrir cualquier atentado, incluso en sitios de asistencia masiva supuestamente resguardados. ¿Será que la delincuencia organizada del norte se mudó a nuestro país? Urge una respuesta por parte de las autoridades, llamadas a proteger a la comunidad con verdaderos planes preventivos y sanciones severas para aquellos que cometan delitos.