Editorial: Grafiteros contra el metro de la capital

Un grupo de irresponsables vándalos -no se los puede calificar de otra manera- que se ha determinado que lo integraban veinte personas entre ecuatorianos y colombianos, logró entrar el pasado jueves en el lugar en el que estaban estacionados los primeros vagones que llegaron para el metro que se está instalando en Quito y procedieron a mancharlos con pintura y a garabatear sobre sus exteriores grafitis de lo más diversos.

Este acto constituye, no cabe la menor duda, un grave atentado contra la propiedad pública en una obra que se va a constituir en el principal y más rápido medio de transporte de la población capitalina.

El hecho de borrar las manchas y las leyendas pintadas en los vagones significará un gasto dentro del proyecto bajo la dirección del Municipio quiteño, aunque hay un seguro de por medio, felizmente.

Las autoridades municipales y de policía han ofrecido ya recompensas para quienes puedan dar datos precisos que, con su ubicación, logren la detención de los responsables de este atentado que se espera no vuelva a repetirse en una obra que cuenta con el beneplácito nacional.

Ojalá que se localice a tan irresponsables vándalos y que se los castigue con todo el rigor de la ley.