Editorial: Las dos derrotas

La selección nacional de fútbol ha sufrido dos derrotas seguidas que podrían ser determinantes en su camino al mundial de Rusia.

Lo que sucede con la selección es incomprensible. En la primera fase de las eliminatorias se mostró como un equipo aguerrido, dispuesto a lograr éxitos; y no solo dispuesto, sino que lo logró. En esta nueva etapa, los resultados, hasta hoy, han sido nefastos. Goleada por Brasil, vencida por Perú, la selección aparece como un equipo que ha perdido el norte y que no cuenta con una dirección técnica capaz de las rectificaciones adecuadas, pues ambas derrotas cayeron sobre el mismo equipo titular, aunque la segunda contó con la presencia de Antonio Valencia que no jugó como suele hacerlo en su club inglés, y la de Felipe Caicedo, que golpeado violentamente en el inicio del encuentro, con una herida en la cabeza, el entrenador lo mantuvo en el campo; y Caicedo parecía un zombi debido a los golpes recibidos.

Además, los delanteros volvieron a fallar mientras el entrenador dice que son los mejores jugadores con que cuenta el país. Pero ellos casi no han actuado en sus clubes extranjeros, y con esa inactividad han ingresado a la selección.