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Opinión

Editorial: Los pases policiales

Las declaraciones en las audiencias judiciales de los inculpados en esa anomalía policial que ha ocurrido con los pases de sus integrantes, algunos obtenidos mediante coimas, no van aclarando ese negociado que marca una situación delictiva lamentable dentro de una institución que es la llamada a combatir y perseguir el delito.

El comandante general de la Policía de entonces hizo dos afirmaciones: la una demostró que funcionarios y amigos del régimen habían solicitado numerosos pases. Y la segunda, grave, que parte del producto de las coimas eran para financiar la bebida, sánduches y movilizaciones de los simpatizantes del Gobierno en respaldo de sus acciones. Y, lo más delicado, que ese dinero fue entregado al mismo ministerio.

La defensa de los altos funcionarios se ha referido básicamente a un asunto, el que sostiene que solicitar un pase policial no es delito. Ciertamente que no es ningún delito, pero ha añadido que cobrar por esa resolución, ese es el delito y es lo que se debe esclarecer, especialmente en cuanto a las afirmaciones del ex comandante general de la Policía que no pueden quedar sin su total esclarecimiento.