Opinión
Editorial: Oportunidad perdida
El virtual secuestro y deportación de Cynthia Viteri fue la más torpe e inadecuada medida de un gobierno que agoniza en medio del hambre y la esclavitud de su pueblo, pero además desperdiciaron una oportunidad para demostrar respeto y cortesía de la sa
El virtual secuestro y deportación de Cynthia Viteri fue la más torpe e inadecuada medida de un gobierno que agoniza en medio del hambre y la esclavitud de su pueblo, pero además desperdiciaron una oportunidad para demostrar respeto y cortesía de la satrapía venezolana.
La precandidata presidencial ecuatoriana y su comitiva fueron a Venezuela por invitación de organismos opositores como su Asamblea Nacional, y era una oportunidad para que el oficialismo que mantiene a ese país en estado virtual de hambre y de esclavitud se sacudiera un tanto de estas realidades dando a la vista de los ecuatorianos un toque de decencia, no solo permitiendo las reuniones de los visitantes con la enorme oposición venezolana, sino rodeándola de garantías para el cumplimiento de sus fines, acogiéndola con muestras de respeto.
Pero ¿qué se podía esperar de un zafio como Maduro? Lo que hizo, disponiendo la persecución y la violencia contra esos visitantes, demuestra que lo que ocurre en Venezuela es lo que ha sido calificado por el secretario general de la OEA que ha llamado, con plena razón, tiranía al gobierno de Maduro.