Durante el período navideño crece el robo no solo en las grandes urbes del Ecuador, sino aún en las más pequeñas. ¿A qué se debe este fenómeno? Seguramente a que el espíritu navideño invade todos los rincones del país, aún aquellos que están en pleno abandono, y desean contar con un pequeño incentivo para celebrar la Navidad, que es la rememoración del nacimiento de Jesús, el niño que 33 años después será crucificado, muerto y resucitado, según la doctrina cristiana.

Recalcar que ese es el espíritu de la Navidad, eso querría decir que ahora se está perdiendo el significado religioso, y las gentes, especialmente las más acomodadas, han ido convirtiendo a la fecha en celebración pagana en la cual se cena opíparamente y se intercambian regalos. Quienes no tienen fortuna también se contagian de ese espíritu festivo y muchos recurren al asalto, incrementando así la inseguridad y ampliando grandemente la frontera delictiva.

El Papá Noel cargado de regalos, o también Santa Claus, han ido reemplazando al Niño Jesús, el desamparado que nació en un pesebre en un portal de Belén, durante el frío invierno de la región.