Editorial: Sangre y luto en las carreteras del país

Con una diferencia de apenas dos días las carreteras del país se han teñido de sangre con dos graves accidentes de tránsito que dejaron el elevado saldo de 36 muertos y una considerable cantidad de heridos, algunos de gravedad, lo cual ha conmocionado a todo el país y se ha puesto en evidencia, una vez más, la falta de necesarios y severos controles por parte de las autoridades de tránsito en los servicios de transportación interprovincial por tierra.

Hay que destacar que en ambos siniestros viales los autobuses accidentados transitaban sin los correspondientes permisos, según lo señalaron las autoridades de Ecuador y de Colombia, resultando extraño que sin esa autorización hayan podido cruzar los puestos de control que deben existir a lo largo de todos los caminos de la patria. Ante tal inoperancia e irresponsabilidad criminal, el jefe de Estado ordenó la separación de una larga lista de funcionarios de Tránsito, quienes, además, deberían responder ante la justicia por su notoria inoperancia.

También habría que sumar las víctimas de tres accidentes de tránsito, en estos últimos días, que se produjeron en Manabí, lo cual confirma la peligrosidad del transporte terrestre por falta de un mayor control.