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Opinión

Editorial: “Tú eres polvo...”

Algunos individuos asumen una actitud como si fueran inmortales.

Algunos individuos asumen una actitud como si fueran inmortales. Todos nos convertimos en polvo y quienes se creen eternos son individuos con exceso de petulancia y de orgullo, pero todos y ellos en primer término, no pasarán de la tumba. Y si han protagonizado hechos sobresalientes, nunca sabrán que eso mereció la congratulación y el recuerdo de sus semejantes.

Las estatuas y los monumentos, si guardan algo, apenas será el polvo de que se hallan hechos los humanos.

Da compasión mirar, cómo la soberbia hace que algunos se crean superiores al destino inquebrantable de nacer, reproducirse y morir. Y para el recuerdo solo queda aquello de positivo que hubieran hecho en el transcurso de su vida, pero esa trayectoria será cumplir el destino para el cual todos fueron creados, aunque la soberbia suponga que podrán vencer a la muerte y vivir para toda la eternidad. No hay ser humano que pueda hacerlo y quienes crean lo contrario sufrirán en esta misma vida las peores decepciones.

“Polvo eres y en polvo te convertirás”, dice el inexorable anatema.