Para muchos fue un resultado sorpresivo, pues encuestadoras y medios tradicionales daban como segura triunfadora a Hillary Clinton, calificada como muy preparada, frente a un Trump al que combatieron por su desprecio a los inmigrantes, en un país de inmigrantes; su aparente postura machista y lo que calificaron como una actitud abusiva y sexualmente intolerable para las mujeres. Lo acusaron de evasor de impuestos, etc.

Estas revelaciones hicieron mella en su candidatura que estuvo a punto de perder el apoyo republicano luego de que varios dirigentes censuraron a Trump y manifestaron públicamente que votarían por Clinton. Los medios tradicionales se hicieron eco de las acusaciones y las difundieron a todo vapor.

Parecía que Trump no ganaría. Pero se enfrentó con valor y coraje a la arremetida, y, al final, la mayoría le dio la razón.

¿Qué pasará con el gobierno de Trump? Difícil respuesta. Se pensará tal vez en un nuevo “Impeachment”, aunque los partidarios de Trump tendrán mayoría en el Congreso que impediría algún proceso de destitución. En todo caso, el futuro gobierno es de pronóstico reservado.