Exclusivo
Opinión
Editorial: ya se aprecian los aires navideños
Es indudable que las celebraciones de la Navidad tienen una doble fisonomía.
Es indudable que las celebraciones de la Navidad tienen una doble fisonomía. Por un lado el sentido espiritual y religioso que conmemora el nacimiento del Niño Dios y se concreta en las plegarias de las novenas, en los villancicos, cantados con unción y en las funciones religiosas que se presentan en todos los templos.
Por otro lado, lo que se conoce como el intercambio de regalos, con las cenas especiales que hace que los almacenes comerciales se llenen de mercancías y de ofertas. Y en medio de la celebración cristiana de la fecha, irrumpe en el escenario navideño una figura que, para muchos, desentona completamente con el sentido de la Navidad y a la cual se conoce como Papá Noel, sujeto obeso, de barbas invernales que porta una funda de regalos y que pone el sentido material en la celebración.
En Guayaquil ya se siente el espíritu navideño en los dos aspectos con templos rebosantes de fieles y almacenes comerciales llenos de mercancías por vender y de ofertas que atraen al comprador.
Se espera el pago del décimo tercer sueldo para volcar el dinero en compras navideñas y para que la confección de los nacimientos que reúnen a los fieles en las novenas pletóricas de unción religiosa, se difundan por la ciudad.