Opinión
El concurrido Parque de las Iguanas, en peligro...
¿El popular “parque de las iguanas”, que es un punto obligado de reunión para niños y turistas, tendrá dentro de poco que cambiar de nombre y recuperar una de sus antiguas denominaciones: o “Bolívar” o Seminario? La pregunta viene al caso en vista de que estos reptiles que de cierta manera se han convertido en figuras íconos de la Ciudad de Octubre están corriendo un gran peligro y pudieran desaparecer del espacio verde que lleva su nombre.
Al parecer, las culpables de esta posible y preocupante desaparición la tendrían nada menos que esas aparentemente inocentes palomas, ave que simboliza nada menos que La Paz, que tanto buscamos entre amenazas y agresiones. Ello, según la opinión versada de los veterinarios (galenos del mundo zoológico) que suelen visitar el parque donde también se puede admirar en el estanque a los ligeros peces y a las pequeñas tortugas. Y bueno, las aves que descienden del pajarito que anunció el fin del Diluvio Universal, que obligara a Noé a construir su famosa arca, no solamente se comen todo lo que los visitantes llevan para alimentar a los animales del parque (migajas de pan y semillas sobre todo) dejando a las iguanas en ayunas y consumiéndose, por tanto, por culpa de la desnutrición.
Además, como los reptiles (“a falta de pan buenas son tortas”) suelen también alimentarse de las heces fecales de las palomas, pues ingieren unas peligrosas y destructivas bacterias que amenazan con malograr letalmente la salud de los simbólicos animales.
¿Qué hacer para evitar su extinción? ¿Mandar a las palomas a otra parte? ¿Pero, de qué manera?. Lo cierto es que corremos el peligro de quedarnos solo con la gran estatua a la iguana que se levanta en Aventura Plaza... (FCV)