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Opinión

El invitado del día: ¿Esquizofrenia en Colombia?

El expresidente José Mujica comentó en su momento: “Si Colombia se va por el no a la paz, es porque es un país esquizofrénico”, es que es muy duro entender especialmente hacia el extranjero, cómo una nación golpeada por el conflicto interno más antiguo del mundo con más de medio siglo de duración, con 8 millones de víctimas y desplazados, de gran dolor e injusticia, haya preferido por el no: “Un mal acuerdo de paz, es mil veces preferible a una buena guerra”, dice un sabio refrán popular.

Hay muchas lecturas de este “empate técnico” más aún si falta por conocer qué piensa el 60 % del electorado colombiano que no acudió a votar, se dice que los votantes se dejaron impresionar por el mensaje de miedo que el expresidente Uribe y su partido difundieron previo a las elecciones, que una parte de colombianos se acostumbró a sacar provecho y lucrar del clima de violencia y sus secuelas como el narcotráfico, negocio de armas y el crimen organizado.

El panorama de complejidad por la incertidumbre con las inversiones, las fronteras y una mayor desconfianza en el extranjero sobre las verdaderas intenciones de los colombianos en sus relaciones corporativas o personales.

El no colombiano no solo fue un baño de agua fría, sino un verdadera “lluvia ácida”, con un chapuzón casi esquizofrénico de un país que ha optado por dar un salto al vacío.