El “monocultivo” deportivo en el Ecuador

¿Recuerdan ustedes, queridos lectores, aquellas épocas pasadas en que en nuestro país, sobre todo en Guayaquil que no solo era capital económica sino también deportiva del país, brillaban en las canchas de los estadios y coliseos esforzados atletas que no solamente se dedicaban al fútbol? En básquet, por ejemplo, se dieron dos importantes y sucesivas generaciones (integrando sobre todo los equipos de Ferroviarios, Atletic, LDE y Emelec) en los cuales brillaron encestadores como Sandiford, Cuto Morán, Muñoz, Arroyave, etc., a los que les sucedieron Lapentti, Quintana, Mejía, etc. (en el coliseo Huancavilca) y también pusieron en alto el nombre del Ecuador en exitosas giras continentales.

En el béisbol, que lo introdujo al país el gringo John Mark Reed, quien fundó un estadio para el juego de la pelota chica, el Ecuador quedó dos veces campeón sudamericano. Un valioso grupo de boxeadores costeños y serranos se daban de trompadas en los cuadrilateros en forma repetida ofreciendo vistosos espectáculos que contaban con el fuerte apoyo de la afición. En tenis, tuvimos figuras mundiales como Pancho Segura y Andrés Gómez, sin olvidar al valioso dúo de Olvera y Zuleta.

Pero, como decía al iniciar este comentario, se trató de tiempos pretéritos. Porque ahora así como en agricultura se habla del “monocultivo”, es decir produciendo solo cacao o banano, olvidando al resto de productos, en el deporte parece que nos hemos quedado solamente con el de las patadas, es decir el fútbol, cuyo Mundial se jugará en próximas semanas en la tierra de Putín. Por supuesto que soy aficionado a la práctica que inventaron los flemáticos ingleses, pero no por ello dejo de sentir nostalgia por los deportes que ahora ignoramos...(FCV)