El pro y contra de los bonos y subsidios

En teoría con el objeto de disminuir en algo la desigualdad que hay en el campo económico, se crearon estos artificios de entregar una cantidad de dinero mensual y de rebajar el costo de ciertos productos, como los combustibles para beneficiar a los más necesitados. Pero, en la práctica son contraproducentes, porque en primer lugar, en el caso de los combustibles se benefician también los pudientes que usan los combustibles para sus negocios, para su medio de transporte, como para recreación calentando el agua de piscinas.

Los combustibles a precios inferiores que los internacionales incentivan el contrabando, con problemas en nuestras fronteras. Incluso, últimamente se ha descubierto el ingreso a nuestras aguas marítimas de lanchas rápidas para comprar el combustible más barato y transportar la droga hacia Centroamérica con destino a EE. UU. Para ayudar a desarrollarse a las personas de menos recursos, en lugar de las dádivas es menester crear organismos que capaciten e incentiven la miniproducción, ya sea: facilitando el financiamiento con tasas de interés más bajas, proveyendo un seguro en contra de catástrofes.

Faltan escuelas técnicas que incentiven el resurgimiento de la pintura, las manualidades, la artesanía típica de nuestro pueblo, tales como: la joyería, la platería, prendas de vestir, la gastronomía de nuestra comida típica, que se caracterizaba por ser sabrosa, variada y nutritiva,

Al momento nuestra sociedad sufriría el efecto de la eliminación de los bonos y subsidios, pero dentro de un par de años tendríamos un incremento del doble en nuestros ingresos en la exportación de productos orgánicos, en el incremento del turismo, en el aumento de puestos de trabajo.