El reclamo de los taxistas

EN DÍAS PASADOS hubo mítines de protesta de los taxistas de Guayaquil (con vehículos amarillos) protestando por la proliferación de los informales o “piratas” y, sobre todo, por el temor de que surjan empresas transnacionales que ofrezcan un servicio “de puerta a puerta”. Además, se quejan de que tienen que soportar una doble revisión vehicular cada año por parte de directivos de la ATM, Autoridad de Tránsito Municipal.

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EL HOMBRE DE la calle espera que el reclamo público no tenga ningún tinte político, que no vendría al caso en esta ocasión. Y si bien se reconoce que los taxistas tienen sus razones por la creciente presencia de los “piratas”, que son vehículos particulares conducidos por choferes con licencia de sportman (cuando la tienen...) y no profesional, como debería ser si cobran al pasajero por ese servicio. Ellos, a su vez, se quejan de que las oportunidades de encontrar un trabajo estable se complican más cada día en vista de la crisis económica que sufre el país y que el gobierno (entrante y saliente) prefiere disimular más bien; y que por eso tienen que andar buscando algún “cachuelo” alquilándole el vehículo a algún familiar o amigo dueño del mismo, y a quien debe pagarle puntualmente día a día.

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POR OTRA PARTE, el taxista formal nunca (o casi nunca) hace funcionar el taxímetro en Guayaquil y pacta el valor de la “carrera” antes de arrancar, de lo cual también tiene parte de culpa el usuario. ¿Hasta cuándo esa anarquía que no ocurre en otras ciudades del país?...