El robo y la violencia ahuyentan al turista

LO QUE SUCEDE ESTOS días en París y otras ciudades de Francia confirma que la violencia callejera es el peor enemigo del turismo. Los “chalecos amarillos” no han logrado derrocar al presidente Macron pero, en cambio, han alejado a miles de visitantes extranjeros.

Recordemos que París está considerada la ciudad más visitada del mundo. Pero el número de turistas declina porque a nadie le gusta pasar malos ratos y hasta arriesgar la vida, en vez de recorrer hermosos atractivos de la capital francesa, como el Arco del Triunfo y la avenida de los Campos Elíseos, que ahora son focos de protestas violentas los fines de semana.

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ALGO PARECIDO OCURRE también con nosotros, pues últimamente se han multiplicado los asaltos al primero que pasa. Y si es un turista, con mayor razón, pues el maleante supone que lleva dólares en efectivo. Por eso algunos extranjeros han perdido su dinero y hasta sus vidas. Recordemos el caso de una joven pareja de japoneses que querían conocer lo más llamativo de Guayaquil, hace pocos años, pero los maleantes terminaron con la vida del varón. Esa noticia dio la vuelta al mundo y afectó a nuestra imagen internacional. Hace pocos días ocurrió en Quito algo parecido, con unos turistas rusos. El joven opuso resistencia y fue fríamente asesinado.

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EL TURISMO ES la industria sin chimenea que favorece a las regiones más encantadoras. Las autoridades respectivas deben esforzarse en evitarle malos ratos al visitante, con mayor razón si es un extranjero.