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Opinión
Fracasó la maniobra contra Consulta Popular
Había la sospecha de que en la Corte Constitucional naufragaría la Consulta planteada por el gobierno de Lenín Moreno. Abierta esa entidad para recibir cuantas objeciones se quisiera, la táctica anticonsulta consistió en enviar objeciones individuales que se aceptaron sin reparo.
La Corte se aprestaba a procesarlas sin cuidar el término que ya estaba corriendo, y había la impresión de que no habría pronunciamiento, y tampoco la Consulta.
Moreno advirtió el asunto y clamó por un pronunciamiento de la Corte que, a pesar de haberse cumplido con exceso el término para su pronunciamiento, se aferraba a una disposición de que en ningún caso se podría procesar la Consulta sin el pronunciamiento de la Corte Constitucional.
Así lo sostuvo el jurista Hernández, exasambleísta del ala correísta y consejero por un lapso corto de Moreno.
Pero olvidaba que una disposición manda que si no hay pronunciamiento de la Corte en el término establecido, la Consulta, sí se efectuaría. Con razonamientos jurídicos, Moreno emitió el decreto por el cual la Consulta se haría sin el pronunciamiento de la Corte.
La maniobra quedó vencida y la Consulta, como lo hizo también el Gobierno de Correa, a su tiempo, se hará sin la voz maniobrera de la Corte.