Hacia un socialismo liberal

Un antiguo concepto dice que la base de toda sociedad es el capital y la producción. Sobre ella se asienta la superestructura: la política, las leyes, el arte, la educación, la ciencia, la tecnología, etc.

Ahora que el mundo ha superado las primeras etapas del desarrollo humano: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo y habiendo experimentado todos estos medios de producción, debemos escoger el que mejor permita el desarrollo económico y justo de la sociedad como el socialismo moderno o liberal porque ya no cabe el socialismo ortodoxo de hace dos siglos porque simplemente no funcionó y por eso se derrumbó el año 1989 con la caída del Muro de Berlín.

Entonces la vía es encontrar lo mejor de los dos sistemas como lo han hecho China y Vietnam (socialismo con producción). China es el segundo país más rico del mundo gracias al comercio, la industria y el intercambio con todos los países sin descuidar lo más importante de una sociedad que es su gente, brindándole todo el apoyo para que puedan desarrollar sus potencialidades a través del estudio y el trabajo. Otro ejemplo de gobierno exitoso es Noruega, socialista, con una reserva económica de 800 mil millones de dólares y donde casi todos los habitantes viven muy bien.

Hay que evitar los extremos: Ni socialismo ortodoxo ni capitalismo salvaje. Socialismo más liberalismo es la fórmula ideal, viendo siempre el bienestar de la gente para que todos vivamos mejor.

“Si a la orilla del mar encuentras a alguien con hambre no le des un pescado, sino enséñale a pescar”. Un pensamiento antiguo y sabio.