Opinión
Integración económica con China
China ha participado en el camino de la matriz productiva del Ecuador. Empresas chinas han construido las centrales hidroeléctricas que permiten afianzar este plan estratégico. Hoy, el gigante asiático es nuestro mayor socio financista. La deuda pública externa de Ecuador con China, según el Ministerio de Finanzas, supera los 8 mil millones de dólares. La apertura diplomática y comercial, anunciada por China, basada en una política de respeto mutuo, cooperación internacional y no intervención en los asuntos internos de los Estados, nos permite afirmar que la relación comercial entre dos socios no puede ser una vía de un solo sentido; las materias primas siguen predominando entre las exportaciones de Latinoamérica a China.
La ratificación del gobierno a la Organización Mundial del Comercio para la eliminación de sobretasas arancelarias, hasta junio de este año, es otro mensaje positivo. En noviembre pasado, el presidente chino Xi Jinping visitó nuestro país, firmándose 11 importantes convenios de cooperación.
Ciertamente dos economías de diferente tamaño, necesitan un tiempo de transición de al menos 15 años para la mutua eliminación de líneas arancelarias, manteniendo excepciones selectivas para alejar el fantasma del desempleo en sectores sensibles de nuestra economía.
Un acuerdo de integración económica involucra aspectos como inversiones, contratación pública, propiedad intelectual, solución de controversias, normas fitosanitarias (al mango ecuatoriano le tardó 13 años su ingreso al mercado chino). Transferencia de Tecnología (la experiencia del ECU-911 puede replicarse en otras áreas).
Guillermo Zambrano Mohauad