La corrupción es una pandemia

Puntos suspensivos

La corrupción está dentro del ser humano, así lo dicen desde la Biblia hasta los más conspicuos estudiosos de este grave tema humano. Por nuestra parte, hemos afirmado desde esta trinchera del pensamiento libre, que la corrupción no reconoce ni respeta ideologías, sexo ni fronteras. Arrasa y pasa por encima de “todos y de todas” cual un tsunami imparable.

Es una metástasis que asfixia a la humanidad ¡Una prueba más al canto! En Corea del Sur, en donde hay una justicia independiente, que no hay ahora en el Ecuador, la Corte Constitucional confirmó la destitución que el Parlamento hizo de la presidenta de esa República, Park Geun Hye, por corrupción y por abuso del poder. El partido de la expresidenta y ella misma aceptaron su destitución porque “se sentía responsable de su caída”.

Se trata de una mujer, que por primera vez llegó a tan alta dignidad. Lo sucedido en Corea del Sur evidencia, una vez más, que la corrupción no se fija en “pantalones o en faldas”; en polleras o en calzoncillos. “Pero, asimismo demuestra que donde hay una justicia independiente es más fácil dar con los corruptos y mandarlos a sus casas o la cárcel.

Este ejemplo de Corea del Sur debe ser aprendido por los ecuatorianos, quienes observamos cuando un corrupto es “cogido con las manos en la masa”, muy olímpicamente dice: “yo no fui” y continúa con la pretensión de escalar posiciones más altas...

Llegará el día en que estos osados se acaben. ¡No cabe la menor duda!. (BLC)