Opinión
Las drogas y la proliferación de crímenes
Las estadísticas indican que en el Gran Guayaquil (que abarca también a antiguas parroquias rurales que ahora son cantones) hay más de 2 crímenes por día. Esto se explicaría desde un punto de vista climático o geográfico si se afirma que el espíritu tropical tiende más a la belicosidad que el de los habitantes de otras regiones más abrigadas del país.
Y así como el costeño, el portuario sobre todo, resulta más franco, más ameno y más gritón, también es más violento.
Sin embargo, no le echemos toda la culpa a la personalidad de los guayacos que han cumplido a lo largo de la historia importantes actos colectivos de patriotismo, sacrificio y solidaridad. Sino, sobre todo, al auge que ha tomado el narcotráfico que es uno de los negocios ilegales que más producen ahora, y que, por ejemplo, ha convertido a un gran país como México en un sitio muy peligroso y sangriento por la cantidad de crímenes que se producen debido a la guerra de los cárteles y a la resistencia de los “capos” ante las arremetidas de las fuerzas policiales y los soldados que tratan de hacer lo imposible para acabar con esta grave situación.
Así, la presencia de sicarios, los “arreglos de cuentas”, las venganzas, son muy frecuentes por culpa de la droga que, además, afecta a parte de nuestra juventud a la cual se trata de acostumbrar al consumo de peligrosas sustancias alucinógenas, como la “H” que supera en efectos y peligros a la marihuana. (Y todo por la grave “tabla de consumo” que nos dejó el correato)... (FCV)