Los maestros y padres de familia deberían leer un libro que contiene un programa de prevención contra los graves problemas que afectan a nuestra juventud y al país en general.

Un tema que se está haciendo conciencia en la comunidad y principalmente en las mujeres es que jamás deberían aceptar por ningún concepto el abuso de los hombres. Lo fundamental es buscar una pareja idónea, averiguar sus antecedentes, su familia, su formación, ver si no tiene algún vicio o adicción. No hay una buena pareja en los lugares de diversión donde proliferan vagos y viciosos. Hay que buscarlos en centros culturales, en los centros espirituales.

La unión de parejas disparejas casi siempre termina en la agresión y en la desunión. Ayer vi una chica de 20 años toda tatuada, alcohólica, que bebe todas las semanas. Madre soltera, su mamá no sabe qué hacer, su pareja, hermano y cuñada viven la misma vida. ¿Qué vida?...

Vino con síndrome de abstinencia y no tenía ni cómo ponerse un suero y su “novio” con chuchaqui no tenía una respuesta para nada. Estas parejas disparejas se emborrachan y terminan agrediendo, saliendo la mayoría de las veces más perjudicada la mujer que muchas veces son violadas y muertas haciendo del femicidio un método de violencia creciente más ahora que las mujeres toman al igual que los hombres. Recordemos que el alcohol en exceso siempre termina en hechos que atentan contra la vida misma de las personas.

El femicidio es producido la mayoría de las veces al calor de la infidelidad y las drogas.