Opinión
Las ofertas electorales
Por la Dra. Katia Murrieta
Pasada la primera vuelta electoral, el trabajo de los candidatos presidenciales debe centrarse en precisar sus ofertas y explicar la forma en que las ejecutarán, de resultar triunfadores.
Es evidente que la lid será muy reñida y que nada está escrito ni puede predecirse con certeza, debido a que los votos no son endosables. No es cuestión de sumas y restas, ni nadie puede mandar en la voluntad de los electores.
¿Qué espera la mayoría? Un país estable política y económicamente, con menor carga tributaria, y que se cumpla lo que un destacado político ya fallecido resumió en 3 palabras: Pan, techo y empleo. Es lo que clama la gente con desesperación. Pero, a más de estas condiciones básicas, la coyuntura especial que vivimos es la destrucción de la niñez y juventud por causa de las drogas. Por ello, la total libertad de expresión y la corrupción pierden importancia frente al estómago vacío y los hijos drogadictos. En los jóvenes, su preocupación por elegir libremente sus carreras y tener acceso a un puesto público o privado es lo que probablemente incline su balanza. En el campo, los servicios básicos no satisfechos, la tecnología y capacitación agrícolas, el acceso a los créditos serán quizá los detonantes de su elección.
Pero el tema no está en quién ofrezca más, sino en lo que siempre hemos exigido: ¿Cómo lo van a hacer, en una economía que no pasa precisamente por su mejor momento?...