Opinión
Matrimonio para todos
Ni el Ecuador se “homosexualizó” ni las familias heterosexuales desaparecieron, ni hubo largas colas de homosexuales para contraer la “Unión de Hecho” como pronosticaron hace más de 10 años con la Constitución de Montecristi, los grupos derechistas y de Pro Vida, cuando quisieron negarles a otros ese mismo derecho que ellos disfrutan, ahora que está en la Corte Constitucional.
El tema del “MATRIMONIO CIVIL IGUALITARIO” es un “borra y va de nuevo” para los que siempre se oponen, con los mismos argumentos de que el país se transformará poco menos que en un vídeo erótico de Lady Gaga. Somos un “Estados Laico” y este es un tema únicamente de derechos civiles, pero quienes están en contra “lo olvidan” y no pueden ocultar las raíces religiosas de sus argumentos.
Las estadísticas de Gallup, por ejemplo, nos demuestran que los países más felices del mundo son los del norte de Europa y son también los menos religiosos.
Todas las personas tienen derecho a la felicidad y esto significa ser libres e iguales, también ante la ley.
Las leyes deben ser para todos y todas, y no debe importar si alguien es heterosexual o no.
Pero la pregunta del millón es ¿si una pareja vecina homosexual se casa para asistirse mutuamente, tener derechos y pagar impuestos, qué le quitan a Ud. o en qué le afecta?
El expresidente Obama dijo: “Este fallo favorable al “matrimonio igualitario” es una victoria para los Estados Unidos.
Cuando todos son tratados por igual, todos somos más libres.