Opinión
Monte Sinaí sí es Guayaquil
Matilde Chiriguallo vive en Monte Sinaí. Hace cinco años murió su hijo por un infarto. La angustia la desgarró al ver a su familia perder su hogar en Las Marías, donde el Gobierno desalojó brutalmente a los moradores el 10 de mayo de 2013, llegando a tumbar casas con niños adentro, en una terrible violación de derechos humanos.
Nadie puede recuperar la vida del hijo de Matilde. Pero sí podemos honrar su lucha actual como madre: legalizar los terrenos de Monte Sinaí, donde hoy viven 133 mil personas en 39 cooperativas, que tan solo piden vivir en paz en sus hogares, al amparo de la Ley 88 que ya consagra sus derechos como posesionarios.
Justo en el quinto aniversario del desalojo de Las Marías, Matilde Chiriguallo, junto a veedores comunitarios de Monte Sinaí, me entregaron un proyecto que he presentado en la Asamblea Nacional, para reformar la Ley 88 y permitir que el Municipio de Guayaquil, sin ningún obstáculo, legalice miles de terrenos pendientes y así dotarlos de servicios públicos.
Ello, sin perjuicio de que el Gobierno avance en lo suyo, respetando derechos ya reconocidos por ley y en sentencias judiciales.
El sueño de los moradores de Monte Sinaí es ser dueños de sus casas, como permite la ley. Es tener pleno acceso al agua y la energía eléctrica. Es trabajar y comerciar con libertad. Monte Sinaí sí es Guayaquil.
Y en honor a la memoria del hijo de Matilde Chiriguallo, a las víctimas de Las Marías, a los olvidados en Monte Sinaí, es hora de unirnos para convertir ese sueño en realidad.