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Opinión
Editorial: Acusaciones pendientes
Estamos en el último mes de este año 2020 y, sin embargo, aún no se concretan las graves acusaciones contra determinados dirigentes indígenas encabezados por Jaime Vargas y Leonidas Iza, a quienes se los investiga por el delito de secuestro, durante los graves sucesos ocurridos en el país en octubre de 2019, cuando hubo 11 muertos, más de mil heridos y se incendió el edificio de la Contraloría, en Quito, quemándose documentos acusatorios contra algunos personajes del régimen correísta.
Incluso Jaime Vargas, quien exigió a sus compañeros indígenas cerrar las llaves de los pozos petroleros de nuestra región Oriental, llegó a autoproclamarse, risiblemente, como el segundo presidente de la República, tras ser expulsado de Guatemala junto con una delegación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Sin embargo, Vargas ha seguido campante ante la indiferencia de las autoridades que debieron enfrentar tan delicado problema desde el primer día de las protestas, mientras el jefe de Estado, Lenín Moreno, establecía un gobierno provisional en Guayaquil.
Ha pasado ya más de un año de lo acontecido y conocidas figuras políticas siguen sin explicarse, al igual que la gran mayoría de ecuatorianos, que habiendo acusaciones concretas contra Vargas e Iza, no se hayan tomado cartas en el asunto, como si el Ecuador fuese tierra de nadie...