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Opinión
Editorial: Atacar al problema de raíz
Mientras no se implementen planes integrales de prevención del reclutamiento infantil, no habrá ley punitiva que solucione el problema de raíz
La propuesta de un asambleísta para que los menores de edad que cometan delitos graves sean juzgados como adultos va mucho más allá de arrebatarle ‘la mano de obra barata’ a las organizaciones criminales.
Estas bandas reclutan niños y adolescentes porque los consideran elementos ‘desechables’ para ejecutar sus crímenes, aprovechándose de su impunidad relativa y vulnerabilidad social.
El Estado tiene una deuda profunda con esos menores. Muchos de ellos no cuentan con oportunidades reales para construir un proyecto de vida: viven sin acceso a una educación de calidad, alejados de entornos seguros y sin opciones para salir del círculo de pobreza y violencia.
Mientras no se implementen planes integrales de prevención del reclutamiento infantil, no habrá ley punitiva que solucione el problema de raíz. Se requiere una intervención temprana, seguridad en los centros educativos y un sistema de rehabilitación juvenil eficaz, que no siga siendo la ‘sucursal’ de los centros penitenciarios para adultos, donde hoy se incuban más violencia y crimen.