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Opinión
Editorial: La confianza está en coma
Ecuador necesita una reseteada urgente. Una limpieza profunda que vaya más allá del discurso
Cuando ya no se puede creer ni en quienes se supone deben garantizar los derechos de los ciudadanos, es señal de que todo está roto. Lo que ha sucedido en la Penitenciaría del Litoral, con la evasión de un delincuente considerado objetivo de alto valor por su peligrosidad, aparentemente con la complicidad de guías y fuerzas del orden, es solo una muestra más del desmoronamiento institucional. A esto se suman las liberaciones de criminales capturados en delito flagrante por parte de jueces, y más recientemente, la desaparición de 2,5 kilos de oro, valorados en 250.000 dólares, que estaban bajo custodia policial en una bodega de Zamora Chinchipe. Todo esto evidencia que el ‘cáncer’ de la corrupción ha escalado a niveles que antes parecían inimaginables.
Tal es el nivel de podredumbre en distintas esferas que muchos ciudadanos prefieren hacer todo ‘por la izquierda’, incluso el trámite más sencillo, porque el camino formal está lleno de trabas burocráticas. Así se alimenta ese monstruo gigante llamado corrupción, que aplasta los valores, distorsiona las reglas del juego y arrincona la ética y la moral ciudadana.
Este país necesita una reseteada urgente. Una limpieza profunda que vaya más allá del discurso, con acciones firmes y sostenidas desde todos los frentes: justicia, política, instituciones, pero también desde la ciudadanía.
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