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Opinión

Editorial: El Ecuador que no espera al Gobierno

A pesar de la inseguridad, de los trámites eternos y de un Estado que más estorba que ayuda, esta gente sigue empujando el carro

En este Ecuador que a veces parece caminar con una piedra en cada zapato, hay gente que no se rinde. Mientras unos se enredan en discursos y promesas que se las lleva el viento, hay productores, exportadores y emprendedores que, sin tanta bulla, están sacando el país adelante a punta de trabajo. Ahí están, por ejemplo, los que cultivan mandarinas, que ya cruzan fronteras, mientras acá apenas si se les reconoce el esfuerzo.

A pesar de la inseguridad, de los trámites eternos y de un Estado que más estorba que ayuda, esta gente sigue empujando el carro. No esperan milagros del Gobierno, pero al menos piden que no les pongan más piedras en el camino. Quieren reglas claras, seguridad para trabajar y que el país deje de proyectar esa imagen caótica que espanta cualquier inversión.

El mensaje es claro: los que producen ya están haciendo su parte. Ahora falta que desde arriba se pongan las pilas y les den el terreno limpio para avanzar. Y mientras tanto, nosotros como ciudadanos no podemos quedarnos mirando. Exigir orden, planes serios y decisiones coherentes es parte del trato. Porque si nos dormimos, este país puede seguir cayendo… y después, levantarlo será otro lío más.