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Opinión
Editorial: No se puede normalizar el miedo
El nuevo atentado en la Bahía, el mayor centro de comercio informal de Guayaquil, no puede pasar como un hecho más. Cientos de comerciantes viven bajo amenaza constante de extorsionadores, sin protección real, y eso debería estremecer a cualquiera con un mínimo de empatía.
La Policía Nacional no puede enfrentar al crimen organizado solo con patrullajes y operativos posteriores. Sin inteligencia, recursos ni tecnología, poco se puede hacer para anticiparse a los ataques. Urge un enfoque preventivo, con equipos especializados que trabajen antes de que estalle el caos.
Este combate tampoco es solo responsabilidad del Estado. El sector privado también debe involucrarse, apoyando el fortalecimiento de las unidades de inteligencia y seguridad. No como una dádiva, sino como una inversión en la estabilidad de la ciudad. Eso sí, cualquier aporte debe manejarse con transparencia, con destino claro hacia las zonas realmente golpeadas.
Guayaquil no puede normalizar el miedo. La Bahía no puede seguir siendo tierra de nadie. Es momento de que autoridades, empresarios y ciudadanía actúen juntos, con decisión y sin excusas, para recuperar el derecho básico de vivir y trabajar sin temor.edito