Desde marzo del año pasado el país y el mundo está sumido en una ‘nueva normalidad’ por la aparición del coronavirus que ahora parece un cuento de nunca acabar. Y sin importar que ya son algunos países que están fabricando vacunas para tratar de erradicar este mal proveniente de China, la situación empeora cada vez más en nuestro sufrido Ecuador.

Hace algunos días, algunos cantones de la provincia de Manabí tuvieron que hacer más severas sus restricciones debido al aumento de infectados y muertos por la COVID-19, y ayer el Municipio de Guayaquil junto al COE cantonal decidieron hacer lo mismo, como una medida drástica para intentar frenar los contagios masivos que han llevado al colapso del sistema hospitalario, que hoy no cuenta con camas disponibles en las unidades de cuidados intensivos.

El feriado de carnaval y las elecciones del domingo 7 de febrero están pasando factura. Pese al esfuerzo de los organismos de control en esos días para evitar que se formen aglomeraciones, poco o nada se pudo lograr, y lo más preocupante es que se acerca el feriado de Semana Santa y está claro que esos días de descanso lo único que traerá será más mortandad.

Y para que se logre una vacunación masiva en el país falta aún mucho tiempo y organización, es decir, que lo único que le queda a la población ecuatoriana es cuidarse por su propia cuenta hasta que la ansiada vacuna llegue para todos.