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Opinión

Editorial: Obras sí, pero también acuerdos

La construcción de pasos a desnivel en Los Ceibos, Guayaquil, revela una brecha entre autoridades y ciudadanía

La convivencia y el progreso de una ciudad dependen de comunidades unidas y de autoridades que sepan escuchar. Sin embargo, cuando falta el diálogo, hasta las obras que buscan el bien común pueden convertirse en motivo de enfrentamiento.

Es lo que ocurre en Guayaquil, con la construcción de dos pasos a desnivel en el sector de Los Ceibos. Mientras algunos acusan a los críticos del proyecto de tener motivaciones políticas, otros señalan la escasa socialización previa por parte del Municipio y la falta de explicaciones claras sobre los beneficios y afectaciones que traerá la obra. Así, queda en evidencia una brecha en la comunicación y la ausencia de consensos que deberían haberse construido antes de empezar los trabajos.

La ciudad necesita infraestructura vial para aliviar el tráfico, es cierto. Pero también requiere que los proyectos se planifiquen con visión integral y pensando en el impacto cotidiano de la ciudadanía. No basta con decir que una obra es técnicamente necesaria; hace falta explicar cómo afectará la movilidad durante los 20 meses de ejecución y qué medidas se tomarán para mitigar los problemas inmediatos.

Guayaquil merece debates a la altura de sus desafíos. Ni imposiciones de las autoridades, ni rechazos sin argumentos. Solo el diálogo transparente, técnico y social puede garantizar que el desarrollo llegue sin atropellar a quienes también construyen esta ciudad: sus habitantes.