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Opinión
Editorial: La podredumbre expuesta
Es momento de señalar con nombre y apellido a quienes traicionaron la confianza del pueblo ecuatoriano, sin importar si pertenecen al actual régimen
Las recientes denuncias, aunque todavía tímidas, de algunas autoridades sobre los nidos de corrupción en entidades de control de tránsito, centros de retención vehicular, cuarteles de bomberos, entre otros, evidencian la podredumbre institucional en la que ha estado sumido el país. En muchos casos, estas dependencias no solo fueron infiltradas, sino creadas para servir a intereses mafiosos.
Ya sea por valentía o porque la presión pública los obligó a hablar, lo cierto es que el paso que se está dando para limpiar el Estado debe alentar a los ciudadanos a perder el miedo y denunciar. Es hora de romper el círculo vicioso de la corrupción que sostiene a funcionarios, fiscales, jueces y tramitadores que operan como engranajes de redes criminales que perjudican a todos los ecuatorianos.
Y cuidado con los que ahora se hacen los ‘locos’, cuando durante años vieron cómo se saqueaba al país a través de contratos ‘chuecos’ a través de municipios, prefecturas y demás instituciones. Es momento de señalar con nombre y apellido a quienes traicionaron la confianza del pueblo ecuatoriano, sin importar si pertenecen al actual régimen. La impunidad no puede seguir siendo el premio para el ladrón.