Es una joya abandonada. Playas, el primer balneario de la provincia del Guayas, no ha recibido la atención que merece para convertirse en un orgullo y referente turístico para Ecuador. La responsabilidad de esta desatención no recae únicamente en el alcalde actual o en sus antecesores, sino también en los prefectos, representantes del Ejecutivo como el gobernador y los ministros, quienes durante años no han hecho el más mínimo esfuerzo para unir y mejorar la provisión de servicios y la infraestructura existente.
El alcalde podría trabajar con otras autoridades locales y nacionales, independientemente de su afiliación política, para trazar un plan que permita impulsar el desarrollo en una población que carece de servicios básicos y que se esfuerza por atender a los visitantes. Garantizar el acceso a sistemas eficientes de agua potable y alcantarillado, así como establecer programas continuos de limpieza y mantenimiento de las playas, son pasos fundamentales para asegurar el crecimiento turístico.
Playas posee un potencial inmenso que está siendo desaprovechado. Con la suma y coordinación de esfuerzos y compromisos genuinos, el cantón puede convertirse en un destino turístico de primer nivel, beneficiando no solo a sus residentes, sino también a toda la provincia del Guayas. Es hora de actuar y otorgarle el reconocimiento que merece.